En la escuela me enseñaron que la globalización es un proyecto político que transforma el mundo y hace de él un sitio mejor. Luego me enteré de que fundamentalmente la globalización es siempre la característica que tiene la fase histórica de decadencia del imperio dominante. Wallerstein va mucho mas allá, dice que la globalización es la financiarización y la señal de decadencia del imperio dominante, que la intenta superar o extender en el tiempo refinanciarizando la economía.
Hoy vemos que el mundo sufre una mutación global con efectos devastadores, la gran crisis. Una crisis económica, una crisis política, una crisis social, una crisis moral. Podríamos decir que lo que está en crisis es occidente y el occidentalismo. Esta crisis pone en cuestión la idea dominante, la globalización. Estos vectores tienden a terminar colapsando y muestran realmente que estamos viviendo una grave decadencia del imperio dominante. Si a esto le sumamos que están (re)apareciendo nuevas potencias con sus propios objetivos, la situación global es de alta tensión. Con esto quiero decir que las correlaciones de fuerzas existentes ya no cristalizan bajo el dominio de una superpotencia que polariza todo el sistema, es decir, el mundo está transitando hacia una (re)distribución de poder que va a (re)definir los focos. Esto significa que el mundo cambia de base y dibuja un nuevo sistema-mundo multipolar con distintos núcleos de poder que van a defender sus intereses, a menudo antagónicos.
Como ha señalado Manolo Monereo, estamos ante el fracaso de la segunda globalización. La primera globalización terminó con un conflicto bélico que duró treinta años y supuso enormes niveles de crueldad. Aquí sale Polanyi: la globalización dejada como proyecto a su propio impulso termina llevando a una brutal guerra imperialista. Es el retorno de la geopolítica.
La enorme redistribución de poder a nivel global está cambiando el mundo, y es evidente que esto no le gusta al imperio dominante: EEUU. Por esto se liga otra vez la crisis hegemónica con militarismo y militarización. Lo que está en crisis son todos los mecanismos que se pusieron en marcha para salir de la crisis anterior. Así es como funciona el capitalismo. El imperialismo no es la etapa superior del capitalismo, no hay capitalismo sin imperialismo. Lo que Marx llamaba la acumulación primitiva no es la fase inicial del capitalismo, sino que es una fase permanente.
¿Que quiero decir con todo esto? Pues que EEUU ha puesto en marcha el principal elemento que usan los imperios para evitar su decadencia: el séptimo de caballería, que es el imperialismo y su brutalidad, el Kaos como política. Lo hemos visto recientemente en Iraq, Siria, Libia, Venezuela… Y ahora finalmente en Ucrania, y esto no es cosa cualquiera. Ucrania es el punto clave para intentar evitar que Rusia siga creciendo como superpotencia. Occidente quiere debilitar la potencia rusa y Ucrania es el elemento geoestratégico fundamental para lograrlo. Si Ucrania cae en manos de occidente se produce un desequilibrio impresionante por distintos motivos: un brutal golpe moral, el fácil aislamiento de Rusia y la posibilidad de tener la OTAN colindando con Rusia. Y esto el señor Vladímir Putin no lo va a consentir en ningún momento, por esto intervino rápidamente en Crimea.
Ucrania es el origen de Rusia y era el segundo estado más importante de la URSS. Hemos visto (y las libres y prósperas democracias occidentales han aceptado) que se ha orquestado un golpe de estado contra un gobierno legítimo. Un golpe de estado encabezado por fascistas, con ayuda y apoyo de occidente, que se declaran neonazis, xenófobos, antisemitas, anticomunistas y sobretodo ultranacionalistas ucranianos, y entienden que los ucranianos de etnia, costumbres y tradición rusa son inferiores. Estamos hablando de un país profundamente dividido, dónde hay una gran parte de la población, sobretodo en el este, que se siente pro-rusa, o como mínimo tienen origen y tradición rusa. Como es de esperar esta gente se siente directamente atacada y se quiere tomar la justicia por su mano, y esto implica que se viva una guerra civil sangrienta que cuesta la vida a muchas personas cada día y que arrolla al país y su funcionamiento. Es curioso que se hable poco de esto en los medios, al principio vimos que nos decían que el golpe de estado de los fascistas contra el gobierno era bueno, era un pueblo indignado pidiendo sus derechos. Ahora ya no enseñan como los fascistas, que dirigieron este golpe de estado, matan gente a diario, seguramente porqué están ocupados legitimando el golpe de estado fascista en Venezuela.
Las reglas del juego han cambiado, y el mundo no se puede gobernar como antes, donde EEUU imponía unilateralmente y a placer sus intereses en todos los sitios del mundo. Recientemente hemos visto como Rusia ha negado a EEUU la posibilidad de intervenir en Siria y también ha evitado que se impongan duras sanciones a Irán con relación al nuevo plan de desarrollo nuclear. Será muy importante en la configuración del nuevo mundo el papel que juegue el gigante chino, así como Brasil (y toda América Latina) y la República de India. En este sentido la UE ni está ni se la espera, simplemente es una construcción e integración europea en forma de proyecto neoliberal construido para ser un aliado subalterno de la Administración norteamericana y un dócil instrumento de sus políticas imperiales.