Por Joan Montana

A NETFLIX original series. Basada en hechos reales. Algunos ficticios. Cualquier similitud es causal o accidental.” ¿LISTO? –como diría el gordo ese del bigote–.

 “Narcos” no pasará a la historia. ¡OJO! Si que pasará a la historia, pero no por ser una gran serie. Aver… no os enfadeis, la serie no está mal, me ha gustado, es entretenida y algunos capítulos enganchan, pero claro… los memes… Así es, si por una cosa la serie será recordada será por la gran cantidad de material “memesiano” que se puede extraer de ella: insultos, muletillas, imágenes.

“Narcos” no es un “The Wire”,

no es un “Breaking Bad”, pero

es que tampoco pretende serlo.

Espero…

Vamos a ver, “Narcos” lo peta poco por:

Demasiados actores pésimos -sobretodo secundarios-, un guión que no es nada del otro mundo -aunqué algunas frases/momentos me han puesto cachondo, véase lo que decía de los memes-, se le nota el “saborsito gringo”, pero, sobretodo, tiene la mala suerte de sufrir comparaciones con series similares o de la misma temática -aunque esto no es culpa de la serie, sino del espectador-. Cuanta gente pensó: “ostia! Otra serie de drogas y narcotraficantes! Bien! Primero “The Wire”, después “Breaking Bad”, pues listo!”. Uff… cuanto dolor causan las espectativas… es inevitable ver en Pablo un Heisenberg –que no a Walter–, es inevitable ver en los niños con radio a los niños con telefono de “The Wire”, pero no nos engañemos… Que haya gente de la DEA no quiere decir que Hank coleccione rocas -perdón, minerales- cerca, que haya “polis” no significa que McNulty se emborrache por la zona y, por supuesto, Tata no es tan hija de puta como la puta guarra desgraciada de Skyler.

Pero también, “Narcos” lo peta mucho por:

El rollo narco atrae; la historia mola, está bien contada -aunque en ocasiones te puedes perder en los saltos temporales-; la acción es de calidad, para nada de serie B; la ambientación es de lo mejorcito; mezcla imagenes de archivo para acompañar la narración -no se hasta qué punto puede gustar, pero a mi me mola-; pero sobretodo tiene la suerte de ser vista en un mundo donde se viraliza todo, donde la tontería más grande se convierte en fenómeno mundial, donde la gente se pasa horas frente a una pantalla apunto para apretar el gatillo a la que ve la mínimia oportunidad de volverse trending -pero tampoco nos flipemos-. Además nos gusta lo exótico, ese hablar colombiano, su virulillo y, como no, los insultos: gonorrea, mal parido, “hijueputa”! (https://www.youtube.com/watch?v=esqi8Ql5Ssc).

La combinación de estos factores hacen que se cree un mito alrededor de Pablo Escobar, que él mismo se cree: “Yo soy Pablo Escobar Gaviria, mis ojos están en todos lados, o sea ustedes no pueden hacer una puta sola mierda en el departamento de Antioquia sin que yo me entere. […] Ustedes pueden aceptar mi negocio o aceptar las consecuencias… Plata… o plomo? Ustedes eligen”. O comes de las manos de Pablo… o mueres en ellas. O ves “Narcos”… o te pierdes un montón de memes.