Por Roc Solà

Pero, aun así, siguen habiendo dummies. Sigue habiendo ciudadanos que analizan la política de sus países en función de lo que pasa en un día, de lo que dicen los telediarios, pero no comprenden exactamente qué pasa en la política de sus países. El torrente de información aparentemente transparente y objetivo cae encima de las personas sin que estas podamos canalizar las cascadas de datos. ¡Tatatachán! En el primer episodio de Gramsci for dummies, va a poder ir más allá y dilucidar las corrientes de fondo de la situación política de su país. Empezaremos con el “Trasformismo”.

Dice Antonio Gramsci, que el trasformismo clásico es el fenómeno por el cual se unificaron los partidos del Risorgimento. Afirma también que se ha dado en muchos otros países.

¿En qué contexto se produce el trasformismo?

Se da en un momento en el que existe una distancia entra la cultura, la ideología y la fuerza, el poder. Los mayores ya no consiguen educar y convencer a los jóvenes. Con ello surge un conflicto generacional y los jóvenes se dejan entonces atraer culturalmente por los sectores subalternos. Además puede que incluso intenten (o consiguan) convertirse en conductores de estos sectores desfavorecidos por la clase gobernante que ya no consigue generar consenso.

¿Qué es?

Antonio Gramsci insiere el concepto del trasformismo en la categoría más amplia de Revolución pasiva. Fenómeno según el cual los cambios políticos, sociales, culturales o históricos se dan sin la implicación de las grandes masas populares. Se asocia el trasformismo también al cesarismo como método de realizar la revolución pasiva puesto que consiente asimilar los potenciales nuevos líderes de las clases subalternas en un gran partido, normalmente una amplia unión de centro. Absorbe magnéticamente a personas que podrían llegar a alinearse con un bloque político contrapuesto al orden envejecido. En palabras de Gramsci, el trasformismo es la elaboración de una clase dirigente, cada vez más amplia, dentro de los marcos fijados por los moderados a través de la absorción y resignificación de los elementos activos salidos de grupos que podrían parecer irreconciliables.

 

¿Para qué sirve?

Según Gramsci, el trasformismo consigue impedir el desarrollo de ideas potencialmente peligrosas para el sistema político viejo. Evita la formación de un bloque políticamente contrapuesto al orden anterior, normalmente conformado por las clases menos tenidas en cuenta por el sistema político.

 

¿Cómo se produce?

Para entender cómo se produce, hay primero que dejar claro en qué dos modos se manifiesta la supremacía de un grupo social, como “dominio” y como “dirección intelectual y moral”. Un grupo social puede ser dirigente antes de llegar al poder, es decir, puede determinar ya los consensos de una sociedad, lo que una sociedad ve como “lo normal”, y luego llegar al poder. Puede “dirigir” antes de “dominar”, en la jerga gramsciana. Teniendo en cuenta esto, ¿cómo se produce esta absorción de intelectuales, este trasformismo?

Aquí Gramsci pone el ejemplo del Risorgimento. Los moderados consiguieron asentar el aparato de su hegemonía intelectual, moral y política por medios “liberales”, por medio de iniciativas “moleculares”, “privadas” (no con un programa elaborado y constituido según un plan antes de la acción practica y organizativa). Además, en contraposición con el Partito d’Azione(Bloque opuesto), los moderados eran intelectuales “condensados” ya con relaciones orgánicas, normalizadas. De esta manera tenían más poder de atracción para los demás intelectuales del país que se encontraban difusos.

¿Qué tipos hay?(con Chantal Mouffe)

“Si definimos hegemonía como la capacidad de una clase para articular a sus intereses los de otros grupos sociales, entonces veremos que esto puede hacerse en dos sentidos muy distintos; pueden articularse los intereses de estos grupos en tal forma que se los neutralice evitando así el desarrollo de sus reivindicaciones específicas, o pueden articularse en forma tal que  promueve su pleno desarrollo y conduzca a la solución final de las contradicciones que ellos expresan”. El primer caso tipifica la hegemonía transformista y, el segundo, la hegemonía expansiva. Mouffe es la única que desarrolla la noción de hegemonía expansiva. La define como aquella que “debe fundarse en el consenso activo y directo, resultante de una genuina adopción de los intereses de las clases populares por parte de la clase hegemónica, que dé lugar a la creación de una auténtica «voluntad nacional-popular»

por Jordi Romano y Roc Solà