ESTAMOS HARTAS
Por Isabella Sempere
“Pablo Iglesias sabía perfectamente que tras el discurso de Irene Montero se produciría una avalancha de comentarios machistas sobre ello, es el único motivo por el que permitió que Irene llevase a cabo su intervención en la sesión de la moción de censura”.
“Irene Montero ha llegado donde está por tener una relación con Pablo Iglesias”.
Estos son algunos de los comentarios que ha tenido que soportar la parlamentaria Irene Montero tras su interesante discurso en sesión de la moción de censura del día trece de junio. No he visto a nadie criticando a Mariano Rajoy (presidente del gobierno) ni diciendo que ha llegado donde ha llegado por acostarse con nadie, y más teniendo en cuenta sus habilidades a la hora de dar un discurso. Tampoco he visto a nadie comentar que Pablo Iglesias es quien es por tener una relación con alguna persona política. Y podría seguir con una larga lista de hombres del Congreso de los diputados que no han sido sometidos a comentarios que dijesen que son quien son por su pareja o por la persona con la que hayan mantenido relaciones sexuales.
Por esto creo que deberíamos entender un par de cuestiones.
En primer lugar, Irene y cualquier persona, puede mantener relaciones con quien quiera en el ámbito personal, y no por ello esto tiene que afectar en el ámbito profesional, y mucho menos tener que soportar comentarios de este tipo, que lo único que pretenden es desprestigiar a una política por el hecho de ser mujer. Además de estos comentarios, tanto en redes sociales como en el mismo Congreso, algunos miembros del gobierno se dedicaron a ignorar a la portavoz del Grupo Confederal UP-EC-EM del Congreso durante su intervención.
En segundo lugar, y respecto al primer comentario citado, claro que ellas y ellos sabían que Irene iba a sufrir comentarios de este tipo. ¿Y? Claro que lo sabían, vivimos en una sociedad machista y heteropatriarcal, que le cuesta aceptar que una mujer les diga las cosas a la cara claramente, que sea superior que ellos a muchos niveles. Esto es algo que todas y todos sabemos y observamos día a día (quien no ha escuchado el demasiado típico comentario diciendo que tal mujer ha llegado a algún puesto elevado por acostarse con su jefe, deduciendo que tiene jefe y no jefa, deduciendo que ella misma no es la jefa). Y que supieran que iban a haber estos comentarios es una razón más para que Irene hiciese su intervención.
Todos estos comentarios (que no son pocos) no hacen más que desprestigiar a la mujer, haciendo necesario que demuestre mil veces más que un hombre que tiene las capacidades necesarias para tener el puesto que tiene; y aun habiendo demostrado sus capacidades, sigue teniendo que demostrarlas día a día y sigue siendo cuestionada en todo momento.
Las mujeres estamos hartas de que no se nos valore por nuestras habilidades, estamos hartas de tener que demostrar nuestras capacidades de una manera copiosa para que se llegue a apreciar nuestro trabajo, estamos hartas de que no se nos tenga en cuenta nuestro trabajo sin relacionarlo inmediatamente con nuestra pareja, estamos hartas de que se nos expliquen las cosas de forma condescendiente sin tener ni la más remota idea, estamos hartas de que se nos menosprecie.