Este artículo pretende extraer conclusiones de la lectura ‘’En Defensa Del Populismo’’ del autor Carlos Fernández Liria. En primer lugar me llamó la atención la voz del filósofo dentro de la coyuntura política, teniendo en cuenta los diversos movimientos políticos surgidos en Europa (que anteriormente se habían producido en Latinoamérica). Como su propio nombre indica, ‘’En Defensa Del Populismo’’ nos argumenta por qué hay que entender estos fenómenos (Liria haciendo de Sócrates) y sobretodo desarticular toda la propaganda que se ha hecho, dando una visión del Populismo como la Demagogia y el Despotismo más aberrante.

Dentro de una tensión que enfrenta las viejas maquinarias políticas con los intereses de la mayoría de la población. Estas demandas de la mayoría enfrentadas algo llamado Ibex 35, casta, Trama, Régimen del 78, el 1% (frente el 99% que es el pueblo) o traducido más específicamente según el Informe de Oxfam de 2016 aquel 10% de los ricos españoles poseían el 56,2% de la riqueza total del país (es decir 4,2 millones de personas en España acumulaban lo mismo que más de 42,5 millones).

Para empezar el Populismo podríamos definirlo de manera rápida (aunque MUY imprecisa o poco concreta pero para seguir entiendo el articulo cabe percatarse de una serie de características del Populismo). Para empezar definámoslo como  una lógica política (o para quedar mejor o definirlo de una forma más concreta ‘’Una ontología de la política’’) que consiste en la creación de un pueblo. Una forma determinada y especifica de crear pueblo porque no está dado (con esto quiero decir, que se construye, antes no existe como conjunto). Muchos han dado en su origen a intentos de resistir la modernidad o el intento de las sociedades marginadas por volver a la democracia (ya que fueron abandonadas). También como un intento de crear hegemonía a través de una identidad popular (ya iremos a eso después). Cabe mencionar que el Populismo es una distorsión que rompe con otras ideologías, es decir, dentro del Populismo nunca aparece un sentido ideológico concreto.

En la introducción de la obra ‘’En Defensa del Populismo’’ Luis Alegre hace un análisis del Populismo en España, posteriormente una crítica a la izquierda tradicional y un resumen de todas las batallas por librar.

Luis Alegre plantea el conflicto viejas maquinarias vs. Mayoría de la población y la manera de decantar la balanza de los sectores más ‘’progresistas’’ agregando mayorías sociales con un objetivo determinado, agrupar las partículas del cuerpo social y reorganizar voluntades flotantes, para construir un pueblo, con un proyecto común y con una determinada voluntad general.

La crítica a la izquierda (compartida por Carlos Fernández Liria como comprobaremos a lo largo del artículo) es dar más herramientas al enemigo a la hora de nombrar cosas, de dibujar el campo y repartir juego. Con esto se refiere a la hora ‘’de jugar’’ con las reglas del enemigo en las cuales siempre la izquierda perdía y si ganaba era momentáneo. Mientras los liberales repartían juego y se quedaban con las cartas de la libertad, Estado de Derecho… Al darles estas cartas, ellos se otorgaban la capacidad de defenderlo, en cambio nosotros lo llamábamos ‘’Pequeño Burgués’’ porque daba pereza poder disputar ciertas conquistas de la razón humana (Ilustración) y su solución era inventar cosas mejores, por ejemplo que el ‘’derecho’’ o ‘’ciudadanía’’. Lo que no hemos renunciado es a la dictadura del proletariado, en pleno siglo XXI.

La aspiración máxima de estos sectores de la izquierda parecía que era la marginalidad misma. Lo que en términos más concretos se definiría como en vez de aspirar a construir pueblo (Populus), quedarse en la parte de los convencidos, que la llamaremos Parte (o mejor, en latín para darle toques teóricos, la Plebs). Debido a cierta Superioridad Moral, de llamar a todo ‘’Pequeño Burgués’’ o decir que aquellos que podían convencer Alienados o aquellos que era compañeros por no compartir su lucha base, como análisis riguroso, el diagnostico era la ‘’Falsa Conciencia’’.

En esta entrega de armas por la parte de la izquierda (o la ortodoxia marxista) el adversario no esta tan inocente, el Liberalismo siempre intentó por apropiarse de las palabras que constituían las conquistas de la razón, es decir todas las conquistas del siglo XVIII. Esta claudicación selló definitivamente cuando se aceptó calificar como ‘’Burgués’’ desde la democracia hasta el derecho pasando por supuesto por la libertad, como señala Luis Alegre en la Introducción. El espejismo interesado del pensamiento liberal nos creaba un mundo alternativo que vivíamos en un ‘’Estado Democrático y de Derecho integrado por ciudadanos libres’’. Cosa que demostraremos más adelante, que es, cuando menos cuestionable. [1]

A continuación de esta crítica, Luis Alegre, nos aclara una diferencia que parece que la prensa aún no tiene clara o muchas personas no diferencian (experiencia propia). La diferencia entre ‘’centralidad’’ y ‘’centro político’’, que es clave para entender el populismo. El ‘’centro político’’ remite a una posición determinada en el eje izquierda y derecha. La ‘’Izquierda’’ y la ‘’Derecha’’ son simples metáforas a través de las cuales se ha expresado (durante 2000 años y en un espacio acotado como Europa) una pugna más transversal y recurrente e universal (o casi) entre arriba y abajo, entre opresores y oprimidos… Esta articulación de mayorías sociales para construir una especie de sujeto político dentro de este espacio geográfico, ha quedado desgastado a lo largo del siglo XX. (Véase las elecciones francesas, para 75% de los ciudadanos franceses, las nociones de izquierda derecha no significaba nada…)[2]. En cambio la centralidad política es La centralidad política es articular una posición hegemónica del 99%. No de lugares concretos, sino que empiecen a parecerse al partido populistas. Ya sea culturalmente que no pueden ser revertidos sino se toman como algo absoluto. Establecer marcos y los demás lo asuman. Que lo asuman no significa imponer, significa que juegan con tus reglas de juego.

Ya que visto lo visto, el eje ‘’izquierda/derecha’’ ha servido para que las clases populares nunca ganen. Disputar mediante la posición de esos ejes, nos lleva a la marginalidad.

Para finalizar, Luis Alegre explica la necesidad de introducir la palabra ‘’casta’’, ya que hacía falta agrupar las preocupaciones centrales para construir un nuevo sentido común con el que disputar el poder. ‘’Se trata de reconocer que hay asuntos centrales que generan indignación generalizada y transversal a identidades políticas muy diversas, que es imprescindible disputar si se quiere construir un pueblo con una mayoría de social de cambio’’. Textualmente.  En esta batalla nos jugamos, qué pueblo somos y qué queremos. Es más fácil entenderlo desde la construcción de la idea patria. Y ahora sí, por último, hay que aclarar que no somos razón pura, ni vamos a lograr serlo ni mucho menos nada mejor que el ser humano (por mucho que insistan las versiones nietzscheanas y versiones marxista de superación). Entender los límites es clave para evitar el inmovilismo y los proyectos delirantes.

Una de las cosas que hay que tener claras o se exponen en el libro de como temática principal es la búsqueda de la razón y qué posibilidades tiene la verdad en el mundo político. El recorrido va desde Sócrates hasta autores más actuales que mencionaremos posteriormente. Sócrates defendía que el objetivo de la retórica era decir la verdad, ya que si la retórica es convencer de verdad, la retórica no era insuficiente, a no ser que sea la verdad.

Pero los problemas surgieron más pronto con tarde con Platón, sus primeros textos vemos el primer escollo el cual era la lengua materna. Con esto quiero decir que supuestamente la razón es independiente de la raza, color, sexo y ‘’cualquier otra índole’’. Pero sin tener la misma lengua (por ejemplo) no hay posibilidad de hacerse oír. Lo curioso es que cada persona tiene ciertas características que tienen sus razones que evitan hacer oír a la razón.

Hay varios mitos en los cuales vemos problemas, como el conocido Mito de la Caverna (corre en leerlo o ver un vídeo de YouTube sin paranoias raras) con un final esperado, el cual consistía que a la hora de volver y ver la luz, los de la cueva no lo iban a creer, entonces se nos presenta la siguiente cuestión… ¿Cómo explicar lo que es la luz en el lenguaje de las sombras? A aquellos que conviven, dominan, destacan en su ámbito…Un ejemplo de esto, son los mitos de Platón, obviamente no lo hacía simplemente por gusto, si contextualizamos veremos que lo hacía porque estaba en una sociedad gobernada (y tradición oral) por los poetas, donde el lenguaje eran los versos, ritmos y danzas con un trasfondo mitológico y ritual. Los poetas criticaban de la escritura como el hecho de que cuando lees, no significa que lo entiendas o peor, que creas que lo entiendas cuando no es así. Esta disputa la ganará la escritura como se ha visto hasta ahora, porque entre otras cosas tiene características muy positivas, como el poder recordar algo o constatar algo que no caiga en el olvido… En este caso hasta hoy la escritura conserva sus características positivas y negativas.

Pero vayamos citemos algo que expone Carlos Fernández Liria a lo largo de la obra, el proyecto político que le daría a la razón una oportunidad; la Ilustración, consiste en la superación de la superstición (aunque el mundo de la superstición se soporta la mitología) pero no solo en la superación de la superstición sino suprimir cualquier  vigencia de principio despótico, aceptar que no somos dioses, esto pasa por aceptar que no tenemos la razón y nadie puede pretender arrogarse el derecho a tenerla. Supone reivindicar la ciudadanía, lo que significa ser ciudadano es tener plenitud de derechos e independencia civil. Y si hablamos de independencia civil, podemos deducir fácilmente que en el Capitalismo es imposible garantizar la independencia civil de cada persona, porque depender económicamente de alguien, no te hace independiente. Es por eso que muchos autores defendieron el sufragio censatario, porque aquellos propietarios tenían independencia civil y todos los derechos como la libertad e igualdad (por poner dos ejemplos). Desde entonces la izquierda ha querido ampliar la ciudadanía a toda la población ya sea por socializar medios de producción o un reparto de la riqueza más justa. Y si hablamos de la razón, podemos agregar lo que sería defender las instituciones republicanas que obligan a un pueblo a ser coherente consigo mismo. Y como último aviso antes de comenzar: El capitalismo triunfó sobre el cadáver de la Ilustración. El éxito de la burguesía enterró la posibilidad más genuina del Estado Moderno… En absoluto fue su culminación.

En otro artículo defenderé la Ilustración como proyecto político (sería extenso) junto a una respuesta sobre si la Ilustración se produjo por una revolución liberal o no basándome en los textos de Antoni Doménech.

Hemos definido el Populismo al principio de este texto también podríamos citar a autores de referencia como Ernesto Laclau o Chantal Mouffe… Podemos ir a autores más actuales que vuelven a traer este concepto de regreso y darle la importancia que tiene, ejemplos de estos los vemos todos los días, estos autores pueden ser el mismo Iñigo Errejón, Vilacañas, Jorge Alemán, German Cano, Luciana Cadahia… Pero vamos a rescatar un autor que tiene algo que aportar, Regis Debray.

Regis Debray en su obra ‘’Crítica a la Razón Política’’ proponía estudiar ‘’los limites inmanentes a toda empresa política’’. El ser humano es un ser social, no un ser histórico ya que si fuera así la política se convierte en algo histórico, por su carácter revolucionario o constituyente, la política queda a manos de chiflados (eso no quiere decir que sea incompatible la historia con la política. Otra cuestión que aborda Regis Debray en forma de norma es la ‘’No se puede’’. Aceptar esta razón política para poder afrontar la necesidad y la terrible objetividad de este sistema de decepciones garantizadas. Esto no significa conformarse, simplemente conocer los límites para evitar proyectos que nos lleven a la marginalidad pero dentro de este sistema de decepciones se juega otro factor que es el de la dialéctica transcendental que ocupa las ‘’ilusiones necesarias de lo política’’.

El termostato antropológico de Regis Debray, expone una realidad que se podría explicar (o mejor dicho hacer más fácil su entendimiento) con un ejemplo: Cuanto más ateísmo, más religión. En este sentido Hans Magnus Enzensberger profetizó entonces que el mundo se precipitaba hacia un panorama incomprensible: guerra civil global…agitada por todo tipo de arcaísmos nacionalistas, racistas, fundamentalistas, tribales, supersticiosos e integristas… Se trata de construir nuevos equilibrios o recalibrar cada avance en un sentido u otro, es decir, si el mundo económico va siendo cada vez más global o homogeneizador, el mundo político va siendo cada vez más salvajemente nacionalista y tribal. La modernidad provocaba un crecimiento de arcaísmos los cuales solo se podían disputar con arcaísmos (obviando que hasta ahora no había respuesta de la razón). Pero Regis Debray nos alertaba de un posible análisis de esta modernidad que se nos pueda colar, nos avisaba que lo político NO se basa en oposiciones; sagrado/profano o arcaísmo/modernidad…En este último caso podemos ver, que al contrario, la modernidad ha traído más arcaísmos, no ha sido una solución para nada.

A continuación pondré una cita del autor que estoy tratando:

‘’Por qué la modernización técnica de las sociedades produce el ascenso compensatorio de los arcaísmos políticos o cómo lo colectivo avanza retrocediendo’’

 

  1. LA RELIGIÓN

En el fondo, entender la importancia de las ilusiones y las fantasmagorías religiosas es mucho más materialista que las ensoñaciones del materialismo histórico (que había convertido lo ideológico en una realidad superestructural y subalterna). Básicamente porque no podemos prescindir de lo religioso, ya que el famoso círculo de Durkheim que explica lo religioso por social y lo social por lo religioso no es un círculo, es un cono. Tiene que existir un cierre en este ‘’cono’’, un elemento exterior al sistema. Es más, si nos ponemos a pensar en los proyectos que intentaban construir una sociedad sin religión podemos observar los efectos extraños que se originan (por ejemplo dejar de creer en Dios, desvariar al mirar el horóscopo y nombrarte Piscis o Leo, que es mi caso, creo).

El siglo XX vino marcado por el ‘’Dios ha muerto’’ de Nietzsche. Tanto a los bandos que lo celebraban como los que lo deploraban, se darían cuenta que no tenían razón.  Como bien dijo Debray lo sagrado no sabe ser un mero pasado. Esta clavado en el ‘’inconsciente político’’ y lo inconsciente, como dijo Freud, no tiene historia. El ser humano, es verdad, siempre ha sido nihilista, pero en el fondo, siempre se ha avergonzado de serlo. Solo el ‘’último hombre’’ es nihilista sin vergüenza. El capitalismo y finalmente la globalización…han provocado ausencia de tiempo para todo, las fiestas, la religión, ni para tener hijos…

Ahora bien, el resultado no ha sido liberador (por el contrario que suponía Nietzsche). Más bien ha profundizado el nihilismo. Ha perdido el ropaje religioso y se ha convertido así en nihilismo a secas. Si antes era posible vivir esta vida ‘’por y para otra vida’’ ahora ya no queda otra que vivir por y para nada. Al último hombre según Nietzsche ‘’hasta morir le cansa’’.

Esto quiere decir que la descomposición del universo religioso no ha hecho al pueblo más racional, sino que, por el contrario, ha destruido lo que era una vía antropológicamente normal para escuchar la voz de la razón.

Regis Debray señalaba que el ‘’Socialismo Real’’ más bien creaba otras supersticiones cuanto más intentaba combatirlas. El capitalismo ha sido más efectivo en ese sentido, la flexibilidad mercantil ha desintegrado todos los resortes del dispositivo antropológico. Para caber en el corsé capitalista, el cristianismo tuvo que dejar de ser católico. La humanidad proletarizada ha acabado por convertirse un una ‘’nada social’’.

 

  1. LÓGICA DE PERTENENCIAS

Lo fundamental en el juego del mundo político, aparte de las ideas, es la lógica de pertenencias. La pertenencia a grupos es algo inevitable en política. Una pregunta clave que se formula en la obra en Defensa al Populismo es ‘’Dime qué posibilidades de incorporación ofreces a tus contemporáneos…La respuesta será tu fuerza de atracción sobre los espíritus’’.

La globalización ha sido una máquina de desterritorialización generalizada. Nunca la humanidad ha sido tan nómada. La gente tiene que arrojar su pasaporte al mar, con la esperanza de que así no se les pueda repatriar… Solo el delirio negrista ha podido ver con optimismo esta situación, señalando a los afectados por la globalización como una especie de nuevo sujeto revolucionario. Desde el optimismo histórico de Marx, pensando que los proletarios se convertirían en comunismo, hoy en día vemos que no ha sido así.

Porque el nomadismo no es cosmopolitismo, sino una exaltación de arcaísmos inconscientes.

Hay que tener en cuenta que ‘’Cada nuevo dispositivo de desarraigo libera un mecanismo de contra –arraigo territorial. Este esquema supondría algo así como un termostato de la pertenencia, un (todavía) alteraciones de la integridad del grupo’’. No obstante si es bien cierto que ‘’los macro espacios de la desposesión provocan un déficit de pertenencia que viene a colmar los micro espacios de soberanía’’, esto es, como reconoce el propio Debray, porque ‘’lo político centrípeto contraataca la economía centrífuga’’. ¿Se trata de un antagonismo o  más bien una complementariedad? Debray está máximamente interesado en ver aquí una especie de ley antropológica, de tal modo que cualquier suerte de empresa política cosmopolita tendría que enfrentarse a este destino complementario entre lo centrípeto y lo centrífugo.

‘’La nación tiene más alma que la clase, precisamente porque tiene más cuerpo, pero tiene menos alma que la patria chica porque es menos física’’

Apuntado a la misma dirección, los proletarios que sufrían condiciones económicas horribles (lo que hoy en día se llama precario) no tenían patria…pero tampoco podían tener familia, religión, cultura… Una buena definición de las consecuencias antropológicas se encuentra en el Manifiesto Comunista, diciendo básicamente que el capitalismo, era un sistema económica en el que ‘’todo lo solido se desvanece en el aire’’ y para ser precisos podemos citarlo ‘’ ‘’ Todo lo que era sólido y estable es destruido; todo lo que era sagrado es profanado, y los hombres se ven forzados a considerar sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas con desilusión’’ [3]

Lo curioso es que en el caso de los países que lograron construir un aceptable Estado del Bienestar, en una época en la que el proteccionismo social y económico era lo habitual. Es cuando se lograron instituir unas condiciones de vida antropológicamente ‘’viables’’ o si se quiere ‘’normales’’ (en la era keynesiana) cuando más eficazmente se combatieron los arcaísmos y tribalismos.

 

  1. HEGEMONIA

Volvamos con el autor que mencionábamos anteriormente, en primer lugar, toda batalla por la hegemonía pasa por plantear una sintaxis inevitablemente heterónoma[4], mítica y religiosa. Porque cada vez que ignoramos la lógica de lo colectivo, estas se imponen con mucha más fuerza. En segundo lugar toda batalla por la hegemonía,  debe tener en cuenta los resortes del mundo político, ya que decir la verdad en mundo el cual el macizo ideológico de Althusser impera, lo vemos poco factible. El macizo ideológico de Althusser es un conjunto de evidencias que remiten unas a otras, en un tinglado de imágenes y representaciones que es imprescindible para poder desenvolverse en la vida, aunque al mismo tiempo nos oculta la verdadera realidad estructural en la que estamos viviendo. Karl Marx, en un fragmento de Ideología Alemana nos da la clave para guiarnos en el terreno de cualquier lucha política:

‘‘En efecto, cada nueva clase que pasa a ocupar el puesto de la que dominó antes de ella se ve obligada, para poder sacar adelante los fines que persigue, a presentar su propio interés como el interés común de todos los miembros de la sociedad, es decir, expresando esto mismo en términos ideales, a imprimir a sus ideas la forma de lo general, a presentar estas ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia absoluta. La clase revolucionaria aparece de antemano, ya por el hecho de contraponerse a una clase, no como clase, sino como representante de toda la sociedad, como toda la masa de la sociedad, frente a la clase única, a la clase dominante. Y puede hacerlo así, porque en los comienzos su interés se armoniza realmente todavía más con el interés común de todas las demás clases no dominantes y, bajo la opresión de las relaciones existentes, no ha podido desarrollarse aún como el interés específico de una clase especial. ’’[5]

No por mero hecho de coerción, e incluso más allá del ‘’golpear juntas pero marchar separadas’’. Como dato curioso… en el conocido libro Gramsci y el bloque histórico, Hugues Portelli señala cuales son las diferencias del concepto leninista y el gramsciano de hegemonía:

‘’La preeminencia de la dirección cultural e ideológica. En sus escritos, Lenin insiste sobre el aspecto puramente político de la hegemonía: en ellos, el problema esencial es el desplazamiento, por la violencia, del aparato del Estado: la sociedad política es el objetivo y, para alcanzarlo, es necesaria una hegemonía política previa. Hegemonía política, puesto que la sociedad política tiene prioridad sobre la sociedad civil en sus preocupaciones estratégicas, y sólo retiene de éstas, por lo tanto, el aspecto político, tanto más porque, como hemos visto, la sociedad civil era muy débil en Rusia. Para Gramsci, en cambio, el terreno esencial de la lucha contra la clase dirigente se sitúa en la sociedad civil: el grupo que controla la sociedad civil es el grupo hegemónico y la conquista de la sociedad política remata esta hegemonía extendiéndola al conjunto del Estado (sociedad civil + sociedad política. La hegemonía gramsciana es primacía de la sociedad civil sobre la sociedad política; en el análisis leninista, la relación es exactamente la inversa’’

Volviendo al NO es poder de coerción, porque le faltaría lo que llamamos ‘’legitimidad’’. Poder político vive como legitimo si (como diría Rousseau) se vista de ‘’voluntad general’’. Cuando una clase social logra que sus internes económicos y políticos sean vividos por la población como una voluntad general, podemos decir que ha conquistado la ‘’Hegemonía’’ que nombraba Gramsci.

Apropósito de esta cuestión vemos una especie de ‘’servidumbre voluntaria’’. La gente acepta el orden establecido porque considera que es lo que hay que hacer, lo normativo. Pero no por coerción, repito, sino porque lo considera legítimo. El uso de la fuerza demuestra básicamente que el poder está resquebrajado. Cuando el poder está resquebrajado por la falta de orden, vemos que el marco de estabilidad, se ha roto… ¿Quiénes son los culpables? Contestaremos esto más adelante…

La lucha a nivel ideológico que valoró Gramsci se podría llamar ‘’la ficción de una voluntad general’’ ficción porque no tenemos por qué representar a la sociedad como conjunto, más bien, nos disfrazamos de ella, para conseguir que los intereses de las clases oprimidas, subalternas, marginadas…por la clase dominante, compartan nuestros objetivos, es decir, librar la batalla por el sentido en disputa para que este se convierta en el sentido común de la sociedad.

A todo esto, no es extraño ver esta división, como en el texto de Marx señala, de sociedad vs clase dominante…hay diferentes ejemplos: ‘’Norte-Sur’’, en Latinoamérica el pueblo/patria vs las Oligarquías…o pueblo/patria vs ‘’la casta’’ en un caso más conocido. O el mismísimo lema del movimiento Occupy Wall Street ‘’Somos el 99%’’

Un resorte del mundo político para analizar bastante polémico (como el mismo Regis Debray, si nos ponemos a ver su biografía) es que Carlos Fernández Liria denomina ‘’función funeraria’’. Hace referencia al ‘’Dadme un puto de apoyo y moveré el mundo’’ pues traducido en términos funerarios quedaría un ‘’Dadme un muerto y os haré una sociedad’’. Simón Bolívar>Hugo Chávez>Nicolás Maduro…por ejemplo.

Hoy, lo importante, es fijarnos en la lucha política de los oprimidos, pasa por romper la hegemonía ideológica de la clase dominante juntamente con comprender que la voluntad general pasa por otros lugares. Pero… ¿Cómo convertir una mesa heterogénea en un actor político? ¿Cómo construir de nuevo un sujeto político? ¿Cómo delimitar un ‘’ellos’’ y un ‘’nosotros’’ capaz de volver inteligibles las luchas políticas? Estas preguntas formula Carlos Fernández Liria para introducir el Populismo.

 

  1. LA SITUACIÓN ACTUAL…POPULISMO

Carlos Fernández Liria, a través del diagnóstico dado a partir de los hechos descritos en el artículo podemos entender cómo hemos caído en la ‘’situación populista’’ en la que hemos desembocado. Se trata de un momento crítico muy peculiar, en el que, por un lado, lo tenemos más difícil que nunca y por otro más fácil que nunca.

Breve apunte antes de finalizar con este desastre de artículo: cabe explicar lo que tiene que ver con el significante vacío con el Populismo y cuanto de importante es para la Hegemonía. Un significante que no significa nada, es una palabra que está vacío de todo significado que pueden dar a lugar a crear/fundar a una construcción de estructuras hegemónicas. ¿Qué significa la hegemonía? Llenar de contenido ese vacío, se significado que le damos al vacío y a partir de la cual nombramos a la falta, la comunidad ausente (el orden social que falla, ya no es marco de estabilidad, es eso que se ha roto, es condición de posibilidad de nombrarlos a ellos, al responsable, la existencia de ese ellos, es el exterior constitutivo para el nosotros) Exterior constitutivo es lo que nos define, ya que NOSTROS, no somos ELLOS.

Liria propone nombrar el nosotros-ellos de esta manera: ‘’Pues bien, en ese sentido, asistimos a un vuelco histórico insólito desde los tiempos de Lenin: ahora los revolucionarios son ellos, los que están dispuestos a cavar con todas las instituciones que sostienen la vida humana dentro de unos cauces normales de decencia y dignidad. En suma la revolución de los ricos contra los pobres está amenazando todo lo que podríamos llamar civilización. ‘’

Un problemática del Populismo es la figura del líder que es controvertida, hace que muchos sectores de la izquierda se rasguen las vestiduras, pero vamos a intentar dar una respuesta esto con las aportaciones de Liria, la figura del líder carismático, se trata obviamente de un tema polémico pero no se arregla por eludir de esta cuestión por otras vías políticas, simplemente apuntemos más allá, fijémonos en los grupos, en su condición para poder serlo, tiene que ser carismático. La lógica de un nosotros político exige un cuerpo reunido en tono a una invocación personalizada. Debray observa que para comprender los cultos carismáticos a la personalidad es que el carisma no es la propiedad de un yo excepcional, sino la cohesión del ‘’entre sí del nosotros’’, encarnada en un cuerpo. Otro apunte que hace Liria del Populismo es que jamás ha de dejar los arcaísmos de lado porque si no la realidad nos dejará a nosotros de lado.

Por último Santiago Alba Rico resumió perfectamente cómo debería ser un proyecto político populista: Debemos ser revolucionarios en lo económico, reformistas en lo institucional y conservadores en lo antropológico.

Al final, los marxistas querían tener siempre algo así como un régimen de supuestos ‘’hombres nuevos’’, atletas morales militantes de partido. El derecho es la única escalera que ha inventado el ser humano para elevarse por encima de la religión. El culto a la personalidad, una nueva religión artificial, fue el resultado inevitable…

Podría extenderme más pero ya está bien por hoy…Lo dejo para otros artículos lo que tengo que decir.

Gracias por leer este extenso artículo, cualquier discrepancia, responder  a La Trivial para poder tener un debate sano para poder aprender más en esta travesía. Mi primer artículo, con el 33 a la espalda, se lo dedico a mi abuelo que gracias a él, desperté mi curiosidad por el mundo político y los fenómenos sociales. Repito otra vez, gracias por leer.

 

[1] http://www.fundeu.es/recomendacion/cuando-menos-y-no-cuanto-menos-significa-como-minimo-1260/

[2] http://ctxt.es/es/20170322/Politica/11814/elecciones-francia-macron-le-pen-discurso-guillermo-fernandez.htm

[3] Karl Marx, Manifiesto Comunista 1848, https://sociologia1unpsjb.files.wordpress.com/2008/03/marx-manifiesto-comunista.pdf

Consultado por última vez 14/05/2017

[4] F.Fil.Condición de la voluntad que se rige por imperativos que están fuera de ella misma. http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=heteronom%C3%ADa

[5] Karl Marx, Ideología Alemana 1842-1845. Página 52 (https://teoriaevolutiva.files.wordpress.com/2013/10/marx-k-la-ideologc3ada-alemana.pdf) Consultado 14/05/2017.