Por Blai Burgaya

Cuándo se habla de cine político se hace referencia habitualmente a tres tipos de películas: a) los biopics sobre políticos o personajes del mundo político; b) películas que recrean un hecho o proceso histórico concreto; y c) películas que critican modelos de sociedad o económicos… Pero cuándo se hace esta identificación tan concreta se olvida que todo el cine es político, aunque algunos films pueden tener más contenido político que otros. Básicamente porque toda historia tiene un punto de vista y pretende llegar a un grupo más o menos específico de espectadores, con lo cual, siempre hay contenido político detrás. Obviamente la diferencia se encuentra en la claridad con la que se expone el contenido político, pero este siempre está presente. En este sentido, hay películas que sin tener un contenido político muy obvio, llevan consigo reflexiones muy profundas sobre el funcionamiento de los individuos o de nuestras sociedades, porque “lo político” está en todas partes. Así pues, os proponemos cuatro películas que tienen un visionado muy ameno, pero con un contenido que hay que “masticar” durante días, porque para nosotros las buenas películas son las que producen esta sensación.

  1. Paterson de Jim Jarmusch (2016): Paterson es un conductor de autobús en la ciudad de Paterson, Nueva Jersey (ambos comparten nombre). Cada día, Paterson sigue una simple rutina, por el contrario, el mundo de su esposa Laura es siempre cambiante. La película contempla silenciosamente los triunfos y derrotas de sus vidas diarias, recreándose en la poesía que surge en los más pequeños detalles. Ante la desazón a la que invita la oscuridad de nuestro mundo,una película como ‘Paterson’, que observa el mundo desde delicadas coordenadas poéticas, deviene una obra profundamente subversiva, un soplo de esperanza.Contra la cultura del odio, la ternura de despertar abrazado a la mujer amada. Contra el exitismo, la modestia de entender la creación artística como una labor íntima y cotidiana. Contra la ignorancia, una invitación a descubrir las rimas de la realidad, condensadas en los poemas de William Carlos Williams o Rod Padgett, cuyos versos libres marcan la cadencia meditativa de esta maravilla de Jim Jarmusch.
  2. Arrugas de Ignacio Ferreras (2011): Esta es una película de animación, que se centra en un espacio muy habitual en nuestro paisaje urbano pero al que raramente prestamos atención. La historia de Emilio y Miguel, dos ancianos recluidos en un geriátrico que se hacen amigos cuando a Emilio le diagnostican un principio de Alzheimer, es una de esas historias que nos hace reflexionar poniéndonos frente a algunos momentos de absurdidad que se crean en nuestra sociedad actual. Así pues, Arrugas, con bonitos y enternecedores momentos de commedia nos recuerda que todos seremos mayores y que, tal vez, el culto a la juventud que practica nuestra sociedad nos lleva a relegar a los ancianos a la condición de colectivo excluido.
  3. París, Texas de Wim Wenders (1984): Cerca de la frontera mexicana en Texas, un hombre que padece de amnesia aparece en el desierto. Después de caminar varios días se desploma. En el centro de salud donde es ingresado se averigua su nombre, Travis, y que ha estado perdido durante cuatro años. Hasta allí se desplaza su hermano, que había denunciado su desaparición años atrás y lo lleva a su hogar en Los Ángeles. Partiendo de este marco, se desarrolla una historia llena de emociones reprimidas y conversaciones con las miradas y los silencios. Una película que consigue emocionar sin contarnos nunca todo lo que está sucediendo, pero sin más pretensiones que la de contar una historia.
  4. Everyday Rebellion de Arash T. RiahiArman T. Riahi (2015): ¿Qué tienen en común el movimientoOccupy Wall Streetcon los indignados de España o la Primavera Árabe? ¿Hay alguna conexión entre la lucha del movimiento iraní para la democracia y la revuelta de Siria? ¿Cuál es el enlace entre las activistas ucranianas de Femen y una cultura islámica como Egipto? Y por encima de todo esto, ¿qué tienen que ver Serbia y Turquía? Los motivos para protestar de todos ellos son diferentes, pero las tácticas no violentas que utilizan en sus luchas están muy conectadas. También lo están los activistas que comparten estrategias, nuevas ideas y métodos establecidos. Everyday Rebellion es una historia sobre la riqueza de las protestas pacíficas, representadas cada día por gente apasionada en España, Irán, Siria, Ucrania, EEUU, Reino Unido y Serbia.